22 Mar Cuentas Nacionales del Cuarto Trimestre del 2017: confirman la reactivación y mantenemos nuestras moderadas expectativas de crecimiento para este 2018
Cuentas Nacionales del Cuarto Trimestre del 2017: confirman la reactivación y mantenemos nuestras moderadas expectativas de crecimiento para este 2018
Las nuevas estadísticas de cuentas nacionales publicadas por el Banco Central nos pusieron de manifiesto que el bajo crecimiento registrado el 2017 (1,5%) tuvo un carácter bastante generalizado a nivel de los diferentes sectores económicos que componen nuestra economía. En efecto, del total de ellos, los que contabilizan nueve, siete arrojaron tasas de crecimiento que pueden ser calificadas como de decididamente pobres. A ello tan sólo escaparon los sectores de la pesca y el de la electricidad, el gas y el agua.
Llama la atención de que en un escenario económico internacional que dio cuenta de un elevado crecimiento los sectores transables se mostraran como muy debilitados. La única razón por la cual nuestra economía creció lo que efectivamente creció fue gracias a lo que aconteció con los sectores no transables.
Por el lado del gasto, mucho se ha argumentado que nuestras exportaciones de bienes y servicios se han visto perjudicadas por la caída del tipo de cambio nominal. Lo relevante de analizar al momento de argumentar sobre la competitividad de éstas es el tipo de cambio real. Nuestras estimaciones nos señalan que en el 2017 éste experimentó una depreciación no menor que lo llevó a promediar un nivel decididamente en línea con relación al de largo plazo. De forma tal que el pobre desempeño de nuestros envíos no pasó por esta variable, eso es claro.
Asimismo, constatamos que en el último trimestre el consumo de los hogares no dio cuenta de un cambio relevante de escenario, se mantuvo creciendo a un ritmo bastante pobre. El gasto en inversión finalmente logró crecer luego de un prolongado período de gran debilidad, tal como lo anticipaban las cifras de importaciones de bienes de capital.
El consumo de gobierno moderó su crecimiento de forma importante luego de un 2016 en que se mostrara como muy expansivo. Por su parte, las importaciones de bienes y servicios se reactivaron en respuesta a un gasto más dinámico.
¿Qué esperar para este 2018? En el reciente IPOM se subió la proyección de crecimiento a un rango de entre 3,0% y 4,0%. Cabe recordar que en un anterior blog que decía relación con el Imacec de enero de este año señalamos que el crecimiento de nuestra economía se situaría en 3,3%. Una proyección que a la luz de los nuevos antecedentes hemos mantenido inalterable.
Somos de la opinión de que el consumo de los hogares sólo registraría un crecimiento algo mayor, fundamentalmente por lo que estamos esperando ocurra con el mercado laboral. El gasto en inversión crecería, pero tampoco daría para grandes celebraciones, sólo debiéramos estar en presencia de un escenario que podríamos calificar de una acotada reactivación. En esta oportunidad sí esperamos que las exportaciones de bienes y servicios tomen ventaja de un nuevo y muy favorable escenario internacional, mientras que sus importaciones volverían a dar cuenta de un crecimiento bastante más elevado. En un contexto en que las finanzas públicas lucen más deterioradas, esperamos que la moderación que presentó el consumo del gobierno vuelva a hacerse presente.
En definitiva, continuamos teniendo unas moderadas expectativas respecto de lo que ocurriría con la actividad económica este año. Por último, y si bien hoy concluimos que el balance de riesgos es a la baja, nos referimos a los factores de riesgo que acompañan a todo pronóstico, la normalización de las políticas monetarias en el mundo, el incipiente proteccionismo comercial, por sólo nombrar a algunos de ellos, podrían hacer cambiar el escenario y volver a golpear a nuestra pequeña y abierta economía.
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