29 Oct Crédito a las Personas
Crédito a las Personas
Definitivamente, en estos tres primeros trimestres la banca tendió a relajar sus estándares de aprobación de nuevos créditos hipotecarios. Ello, en un contexto en que las tasas hipotecarias continuaron situándose en niveles decididamente atractivos.
La diferencia entre el porcentaje de encuestados que opinaron que estos estándares de aprobación eran menos restrictivos en algún grado y el porcentaje de quienes consideraron que dichos estándares eran más restrictivos en algún grado promedió un 8,3%. Un porcentaje que, por el momento se presentó como el más elevado de los últimos ocho ejercicios.
Si bien es cierto que en el tercer trimestre la demanda por financiamiento hipotecario se robusteció, cierto es también que en esta primera parte del año dio cuenta de un importante debilitamiento. La diferencia entre el porcentaje de bancos encuestados que percibieron un fortalecimiento de las solicitudes de estos créditos en algún grado y el porcentaje de quienes consideraron que dichas solicitudes se habían debilitado en algún grado promedió un -2,8%.
Una parte importante de la mayor carga financiera que han acumulado los hogares en los últimos años tiene precisamente que ver con este financiamiento hipotecario.
Si nos enfocamos en el financiamiento del consumo apreciamos que estos estándares de aprobación tan sólo se presentaron menos restrictivos en el tercer trimestre. El indicador promedió un -4,8%. Llama la atención esta divergencia con el mercado del financiamiento hipotecario, cuestión que podría tener más de una explicación. Algo de ello podría estar siendo explicado por un tema de rentabilidad y riesgo de cada uno de estos créditos. El hecho de tener un país en donde la bancarización ha crecido bastante nos ofrece otras explicaciones en donde el factor riesgo juega un rol importante.
Por el lado de la demanda constatamos que los hogares estuvieron bastante más dispuestos a tomar este financiamiento para el consumo. En esta oportunidad el indicador promedió un 24,5%, su valor más elevado, por el momento, desde el 2012.
Las cifras de colocaciones, resultado de las fuerzas de oferta y demanda, nos ponen de manifiesto que tanto los créditos hipotecarios como de consumo han acelerado su crecimiento. Si bien desde una perspectiva de largo plazo se concluye que estuvimos en presencia de unos crecimientos que calificamos de contenidos. ¿Resultado de lo que observamos en nuestro mercado laboral? Muy probablemente.
¿Qué esperar en el mediano plazo? El escenario que visualizamos como más probable es uno en el cual los estándares de aprobación podrían verse algo más restrictivos y en donde tampoco es descartable que la demanda por financiamiento, tanto hipotecario como de consumo, tendería a debilitarse.
Un escenario que también debiera estar caracterizado por unas condiciones de financiamiento menos atractivas, si bien dada la actual coyuntura es esperable que este proceso de alzas de tasas sea gradual. El Banco Central ya nos dio la primera señal de que traer consumo futuro al presente se volvió relativamente más costoso.
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